¡Por que un niño con crisis convulsivas descontroladas,
desnutrición o cardiopatías, no debe entrar a un proceso de rehabilitación!
Frecuentemente los niños en rehabilitación
ingresan para un manejo integral; el objetivo MOTOR es
lograr la adquisición de las habilidades motoras como es controlar la cabeza,
sentarse, gatear, pararse y caminar.
Para que el niño adquiera estás
habilidades es necesario que su corteza motora (cerebro) se conecte por medio
de neuronas hasta llegar a los músculos y logren ejecutar dichas habilidades.
Cuando un niño presenta crisis
convulsivas se mueren neuronas y si alguna de ellas forma parte de la cadena,
se rompe, teniendo una regresión en su desarrollo, es decir si ya lograba
sentarse, si convulsiona puede dejar de sentarse. Y así caemos en un círculo
vicioso, donde se adquieren habilidades y posteriormente se pierden por las
crisis. Esa es la razón por la cual se requiere un control estricto de las
crisis convulsivas antes del ingresar a rehabilitación.
También un niño desnutrido no es
candidato a ingresar a rehabilitación, debido a que el ejercicios terapéutico y
la misma terapia física requiere un gasto de energía. Por lo tanto si nuestro
objetivo es que un niño gane peso, el entrar a rehabilitación es
contraproducente ya que al consumir energía, el niño puede que ya no gane peso o
siga perdiendo peso. En una institución el niño está el contacto con otros
niños y si está desnutrido tiene un sistema inmunológico (defensas) susceptible
a adquirir infecciones.
Las cardiopatías pueden de
requerir de cirugía, los cirujanos requieren que el niño gane peso,
ocasionalmente llegue a los 10 kilos, por lo tanto está contraindicado su
ingreso a rehabilitación. Ya que el ejercicios consume energía y dificulta la
ganancia de peso.
Además algunas cardiopatías cursan
con oxígeno bajo en sangre en reposo, al hacer alguna actividad física baja aún
más la concentración de oxígeno en sangre, lo que compromete aún más la salud
del niño.